todas somos distintas, todas somos preciosas
Nací en Santiago de Chile en agosto de 1972. Tuve el privilegio de crecer muy cerca de la naturaleza, la que tempranamente se me reveló como fuente natural de belleza, armonía, y equilibrio.
A los 12 años mi madre me regaló mi primera máquina de coser, cualquier cosa podía terminar convertida en un nuevo vestido. Fue así como comenzó todo… La búsqueda de un estilo propio, de las formas balanceadas, la atención a los cortes, a los colores armónicos; qué hacer para que una mujer se viera “perfecta”.
Hoy pienso que la mujer perfecta es aquella que es fiel a si misma y se acepta tal cual es, encuentra su estilo propio y lo vive con naturalidad. Esa es mi clave: la simpleza en los detalles, en las combinaciones de colores, en los elementos justos.
La elegancia es para mi sinónimo de belleza, armonía y equilibrio.